DIVIDE Y VENCERAS

Tener dos hijos no es el «doble» de trabajo. Cualquiera que los tenga, lo sabe. Es MUCHO MAS. Sin poner en duda que queremos y adoramos a nuestros hijos, lo que es evidente que durante la convivencia surgen problemas que no existían cuando sólo tenías que prestar atención al primero. Últimamente (mis hijos tienen actualmente 9 y 6 años) la gresca entre ellos está a la orden del día y adopté la estrategia «Divide y vencerás«. No resultó lo más apropiado, no…

DIVIDE Y VENCERÁS

Categóricamente, el divide y vencerás es una estrategia que funciona en determinados casos. Es fundamental cuando hay una riña o pelea, separar a los contendientes y ponerlos uno a cada lado, lejos del otro a ser posible. (…) Sin embargo, aplicado en otro ámbito, me salió el tiro por la culata.

Antecedente: Mis hijos estaban todo el día chinchándose y haciéndose la vida imposible. Todo ello degeneró en un mal ambiente en casa donde los gritos, las amenazas y los castigos se iban acumulando. Con cada castigo (sin TV o pantallas principalmente) provocábamos que los enanos tuvieran más roces y encontronazos.

Solución: Cada vez que nuestros padres o familiares nos proponían «separarnos» (dividirnos) de nuestros peques aceptábamos la oferta sin pensarlo dos veces. Un día se iban donde mis suegros, otro día la peque se iba a dormir donde mis cuñados…

Resultados: Provisionales y a corto plazo. Esa noche sin niños dormíamos tranquilos y sin jaleos en casa. El mayor disfrutaba de sus cosas sin tener a la «molesta» de su hermana cerca y la pequeña se sentía importante con sus primitos pequeños… (Victorias, momentáneas)

LA REALIDAD

La realidad es que esa estrategia del divide y vencerás, acabó provocando otro tipo de situaciones. Cuando los peques se volvieron a juntar, los problemas seguían estando ahí presentes y ahora con más cosas que echarnos en cara:

Que si a la pequeña la hemos dejado ir a casa de sus primos y a él no… Que si al mayor le hemos dejado ver todo el rato las pantallas que ha querido y a ella no (y en casa de los primos no ha podido ver Netflix o qué se yo…). Ahora teníamos trifulcas, celos y envidias.

Así que OJO con eso de «separar» a los peques y tratar de «engatusarlos» cada uno por su lado, porque tarde o temprano te lo van a echar en cara. No te haces ni una leve idea de lo poco que les cuesta «chivarse» de tu «soborno», para echárselo en cara a su hermano y tratar de chincharle a la menor ocasión.

SOLUCION

Desde mi punto de vista creo que es mejor tratar de resovler los conflictos en grupo, en familia si es posible. De este modo, todos sabemos aprendemos a qué normas atenernos y entendemos nuestro status dentro de la familia.

OJO, he dicho bien: TRATAR DE RESOLVER los conflictos. Porque te adelanto que seguimos teniendo líos en casa. Aunque de un tiempo a esta parte he notado que pasar más tiempo juntos (hemos estado confinados), ha traído a casa más risas que peleas. Hablaré de ello otro día cuando analice mejor los motivos/causas que lo han provocado…

Gracias por leer el Post. Disfruta del tiempo que tengas con tus hijos y recuerda: SE FELIZ

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