El superoído de nuestros hijos e hijas
Nuestros bebés están preparados para tratar de detectar cualquier amenaza (no hay que olvidar que están indefensos cuando no estamos cerca), y de ahí que tengan tan desarrollado el sentido del oído. Esto hace que se alteren ante el menor ruido incluso cuando están dormidos, y produce que, tras haber luchado un montón porque se acostara, empieces a odiar…
Motoristas que dan gas cuando pasan por tu lado
Para mí siempre ha resultado molesto, pero cuando vas de paseo con tu carrito, tu bebé -por fin- parece que se duerme, y pasa el típico con la moto trucada atronando la carretera… EL NO VA MÁS del odio cuando ves que tu hijo se despierta llorando y vuelta a empezar…
Gritos de otros niños, y no digamos si van con SILBATO
¿Qué padre regala a su hijo un silbato?¿Acaso no han padecido ellos ese sufrimiento cuando tenían un bebé? Bendita inocencia la de esas criaturas… Pero cuando pasan gritando por al lado de tu somnoliento bebé, yo los veo como el demonio y dan ganas de tenerlos BIEN LEJOS
Señoras que despiertan «sin querer» a tu bebé
Mentira. No lo hacen sin querer y lo sabes. Se han acercado porque quieren ver los ojitos de tu chiquitín y se buscan la manera de que éste deje de dormir y les muestre su sonrisa. Eso creen, pero lo único que consiguen es despertarlo, que llore y ellas largarse sin más ni más, a tomar un café, al ver que no logran lo que querían. DEJÁNDOTE CON EL MARRÓN de volver a acostar a la criatura. Mucho ojo con estas señoras, normalmente la abuela y sus amigas.
El claxon de los coches, y no digamos ya camiones
Has conducido y antiguamente saludabas con el claxon a tus amigotes cuando los veías por la calle. Ya no lo haces. ¿Por qué? Porque sabes lo que molesta que despierten a tu pequeñ@ cuando va felizmente dormida, bien por la calle en su carro, bien en su silla de coche. (…) Miradas de odio cada vez que estás metiendo a tu bebé en el coche y otro te pita para saber si vas a dejar el sitio libre: Miles.
Asfalto y aceras en mal estado
Cuando eras un vulgar peatón esto te daba igual, pero ahora que tienes que ir con el carro sorteando obstáculos la historia cambia. No digamos cuando tienes que cruzar la carretera por un paso de cebra y te encuentras con una acera que parece el escalón de una pirámide. El cuidado para subirlo sin despertar al pequeño es casi proporcional al de un cirujano que opera a corazón abierto. ¿Que no?
Vecinos que no tienen hijos
Los odias. Odias cuando gritan GOOOOL a las tantas de la noche y tu hijo está durmiendo en la habitación contigua. Odias cuando se ponen a hacer obras a cualquier hora del día sin dejarte dormir esos momentos que puedes -y no hay otra hora-. Odias cuando entran pitando en el garaje a lo loco o con la música a tope, mientras tú cargas con tu hijo, dormido cual ceporro. Pero los odias aún más, cuando te los cruzas en el ascensor y te preguntan si os deja descansar… -EL NIÑO SÍ, TÚ NO ¡¡¡¡. Piensas por dentro…
OPINION
Vaya este artículo para que nos tomemos estos casos con humor. Como padres, hay que entender y trabajar esos enfados que sentimos y esa frustración: por no conseguir nuestro objetivo -que nuestro bebé descanse-, ni por los numerosos intentos que realizamos en balde.
Paciencia y pensad que al pequeñajo no le va a pasar gran cosa porque duerma menos de lo que nosotros deseamos.
Los niños descansan cuando lo necesitan y os puedo jurar, que cuando lo hacen profundamente, da igual lo que pase a su alrededor, QUE NO SE ENTERAN DE NADA.
¿Y a vosotros, qué cosas os molestan además de lo que os he contado?
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Un saludo a tod@s
JFI
No soy padre,ya lo sabes. Pero por mucho que odies todo eso no va a cambiar.
No se trata de que «cambien» esas cosas, se trata de aceptarlas con humor y entender por qué nos sentimos así y cómo podemos reaccionar frente a esas sensaciones desagradables.