Estamos a comienzos de 2023 y todo el mundo se llena de propósitos que se abandonan al cabo de poco: Ir al gimnasio, leer más libros, cuidar la dieta… Yo, llevo tiempo dando vueltas al mío y créeme cuando te digo que más que un propósito de «año nuevo», es un propósito de vida: SER AMABLE… ¿por qué?
SER AMABLE
No voy a alargarme mucho en este POST. He decidido ser AMABLE porque me hace sentir bien conmigo mismo y me da paz interior. En serio. Te animo a probarlo.
En el día a día, vas a tener mil ocasiones de mostrarte amable con el resto de personas que te rodean y vas a poder experimentar la felicidad que produce hacer «feliz» a los demás. No hace falta mucho…
- Simplemente contestar cortesmente a una persona que te pregunta una dirección y ayudarle -si hace falta- buscando en el GPS de tu móvil para darle indicaciones.
- Esperar pacientemente en una cola eterna, con una sonrisa en lugar de estar encabronado y despotricando de la dependienta que está atendiendo.
- Dejar pasar a una persona más bajita delante tuyo para que vea pasar la cabalgata de los reyes magos que se estaba perdiendo.
- Dar los buenos días y saludar al montarse en un autobús, dejando el banco libre si viene otra persona más necesitada.
Hay mil cosas que podemos hacer de manera AMABLE y que normalmente, no hacemos…
- Le decimos al que pregunta que no tenemos ni idea de la calle que busca y nos preguntamos por qué es tan idiota de no mirarlo en su móvil.
- Criticamos y comentamos con los demás de la cola la incompetencia de los que nos tienen que atender y permiten una cola tan grande.
- Ni miramos a quien tenemos detrás y si es posible, subimos a nuestros peques a hombros sin importarnos si molestamos al resto.
- Nos montamos en el bus y nos sentamos donde podamos y que sea otro el que deje su asiento libre (o que haya venido antes).
EL MAL, COMIENZA Y TERMINA EN TÍ
Es lo que he decidido hacer: Voy a ser amable, y de esta forma, tratar que mi entorno también lo sea. Dar el buen ejemplo de lo que tendría que ser, en lugar de ser una persona irascible y rencorosa. (…) Hacer las cosas «mal», lo único que me provoca es desasosiego y malestar. No soy feliz… Así que, he decidido cambiar el enfoque y TRATAR de cambiar a mejor.
Me doy cuenta que me gusta AYUDAR y ser autoconsciente de mi «obligación» conmigo mismo y con los demás. Voy a seguir por ese camino y espero que, poco a poco, vaya dando sus frutos…
OJO, NO CONFUNDIR SER AMABLE CON…
Seguramente estés leyendo este post y estés pensando que me he convertido en una especia de «iluminado» o he tenido una revelación que me ha transformado en un místico-buenista de la vida… Creo que ahí esta el error de esta sociedad, que CONFUNDE ser AMABLE con ser pisoteado por el resto o algo parecido…
Ser amable no significa tener que decir sí a todo, ni que se aprovechen de tí, ni dejar de discutir, ni que todo sea de color de rosa. No estoy queriendo decir eso…
- Si tengo que quitar a mi hijo de jugar a videojuegos o la TV, trataré de hacerlo sin gritar ni montar una escena. Se lo diré «amablemente» y esperaré que comprenda lo que le estoy diciendo/haciendo sin tener que amenzarle o castigarle. (Esto, reconozco, me cuesta mucho)
- Si tengo que pitar a un coche porque está haciendo la pirula y se está saltando un CEDA EL PASO delante mío; le pitaré para evitar el accidente, pero me abstendré de llamarle subrnormal y mucho menos bajarle la ventanilla para increparle (su despiste habrá tenido).
- Si hay que decir NO a algo, se dice… Pero sin acritud.
CUESTA SER AMABLE. Lo reconozco. Pero cada día se me da mejor y creo que consigo muchas más cosas de esta manera, que siendo una persona «avinagrada». (que también lo soy de cuando en cuando, por más que me pese).
Gracias por leer el post y recuerda: SE FELIZ