Hoy ha sido el último día de un compañero, vendedor de vehículos nuevos. Deja el mundo de la automoción y va a un trabajo «de lo suyo». Deseándole lo mejor para esta nueva etapa, no puedo dejar de pensar que ya es la tercera persona que nos deja en lo que va de año. ¿Qué ocurre?
EXODO
Me inquieta que, en tan corto lapso de tiempo, los vendedores hayan decidido marchar. Sí, vale. Han encontrado una oportunidad en algo más relacionado con «lo suyo», y no podían dejarla escapar. Pero… ¿Hay otros motivos?
Está claro que el sector de la venta de automóvil es difícil y desagradecido. Normal que algunos decidan cambiar de aires. (…) Apenado. Les deseo lo mejor, vayan donde vayan.
JFIcomercial
Por otro lado, me inquieta la actitud que pueda tener la empresa ante todo este «desaguisado». No considero muy normal que un equipo comercial quede desmantelado en tan poco tiempo y no se haga nada para remediarlo.
- ¿Se han analizado los motivos que ha tenido cada uno para salir del grupo?
- ¿Se pregunta qué factores podían mejorarse para que esas salidas no se produzcan?
- ¿Se prepara un plan o medidas para retener al equipo actual?
- ¿Se reevalúa la política de fichajes antes de afrontar otro proceso de selección?
Personalmente, he preguntado a mis compañeros qué condiciones laborales les han ofrecido y qué es lo que más les ha empujado a cambiar de trabajo. Y, ¿Sabes una cosa? No me han contestado nada que no se pudiera aplicar en nuestra empresa y en ningún caso han hablado del salario.
Desde mi punto de vista, lo que tendría que hacer la empresa es plantearse qué tipo de negocio pretende ser:
- Uno donde la gente quiere venir y quedarse; recibiendo y aportando lo mejor de cada cual.
- Uno en el que no importe -aparentemente- que la gente marche. Con los costes que ello supone, contables e incontables.
Un saludo y gracias por echar un vistazo al Blog.