Hace unos días, me crucé con este Honda Civic en la azotea de Karealde. Entró en el departamento de vehículos de ocasión como parte de una operación para un peugeot 3008 y cuando me monté en él para cambiarlo de sitio, ME ENAMORÉ de él. (…) En serio. Sufrí un flechazo cuando ví lo limpio y cuidado que estaba. Abrí el motor y no vi ni una mancha. Ya cuando hablé con mi compañero Iosu y me dijo el precio por el que había entrado, DECIDÍ en ese mismo instante que me iba a quedar con él. Me convertí en CLIENTE y como tal, pasé por las distintas fases por las que -imagino-, pasan las personas que acuden a la exposición para tratar con nosotros. Ahora las vamos a comentar, y ya dirás si estoy en lo cierto o no…
COMPRAR COCHE: FASE DE DESCUBRIMIENTO
Desde hacía tiempo que quería hacerme con un coche de estas características. Barato Viejo, gasolina y de una marca/motor con cierta garantía. Debo de estar medio loco: en esta época de hybridación, de coche eléctrico, de restricciones de entrada a ciudades por contaminación, se me ocurre comprar un coche del 2000 y con motor gasolina 1.5 de 115 cv.
Pero fue: Meter la llave en el contacto, ver cómo arrancaba a la primera, comprobar en el contador que sólo tenía 68.000km y pisar el acelerador para escuchar el sonido del motor, para sentir ese Gusanillo dentro del cuerpo diciéndome: Cómpratelo…..
INMEDIATAMENTE pasé a examinar el resto del vehículo: Tapicería inmaculada, carrocería sin desperfectos graves, acabados en perfecto estado (esa madera que ya no se lleva), todo estaba PERFECTO. Equipo de audio funcionando perfectamente, dirección OK. Estuve un rato dentro del coche respirando ese olor a tapicería antigua. Los coches «con años» tienen ese olor particular y en este modelo se podía apreciar perfectamente porque estaba completamente limpio. No olía a ceniza de tabaco, ni a polvo, ni a vómito de bebé… Olía a clásico. -Es una locura, pero me lo quiero comprar… Pensé allí sentado.
COMPRAR COCHE: «ME LO QUEDO»
Tras ver el coche, lo primero que hice fue bajar donde mi compañero Iosu, para informarme más sobre el vehículo y contar con su consejo. Había tasado el coche en su día y también lo había probado. Cuando me dijo que estaba «IMPECABLE» y cómo el cliente le había indicado los cuidados que había tenido con él, hablamos del precio. (…) No os voy a decir lo que he pagado por él, pero dado que trabajo ahí, os puedo asegurar que ha sido una ganga. – Me lo quedo. No se lo ofrezcas a nadie.
El punto más importante en un coche de ocasión es tomar la determinación y RESERVAR el vehículo.
TENGO QUE HABLAR CON MI MUJER
No consulté nada con mi mujer. Fue una decisión mía y cuando le expliqué lo que me había comprado para mi cumpleaños, ella no se lo terminaba de creer. Da igual que le argumentara lo bueno del motor Honda que lleva ese coche, el estado del mismo, lo poco que me iba a costar… Teniendo coche de empresa y ella el suyo, no se le metía en la cabeza que comprara algo que no «necesitamos».
En otros casos, tomar en cuenta los argumentos de mi pareja, me ha frenado a realizar compras «caprichosas». Pero en éste, tenía claro lo que quería y que este coche significaba «algo más». Así que seguí adelante a pesar del rechazo inicial que tuve en casa.
LO QUIERO YA
Y de repente, me volví CLIENTE y reconocí en mí, ciertas actitudes y experiencias que veo en mis clientes día a día. Quería tener el coche cuanto antes: La fecha de mi cumpleaños era clave para llevármelo a modo de SORPRESA y NECESITABA tenerlo listo para ese día.
Lo de contratar el seguro ha sido la repera. Decir que finalmente, lo hice con la compañía con la que tengo contratado el vehículo de casa, AXA (como hacen la mayoría de los clientes) y que la persona encargada de gestionarlo ha sido super-amable y eficiente. Pero he de contar, que la experiencia de andar buscando el mejor seguro ha sido de lo más desagradable.
Usé el portal RASTREATOR, y de él no tengo ninguna queja; rápido a la hora de rellenar los datos de los formularios y rápido a la hora de mostrar resultados comparativos. La mala experiencia vino por lo siguiente:
- Nada más pinchar en los resultados para contratar la póliza, tenía llamándome al teléfono a un asistente de esa compañía para «ayudarme» a contratar el seguro.
- Daba igual que yo insistiera que estaba haciendo el presupuesto «online», el operador telefónico insistía una y otra vez en que los precios del buscador no son DEFINITIVOS y que le diera mis datos para que fuera él quien gestionara el alta (a un precio más caro, encima)
- Cuando entraba en los enlaces que ofrecía rastreator para contratar la póliza, muchos no funcionaban o se quedaban colgados en algún paso. Culpa NO del buscador, sino de las compañías de seguros que tienen los enlaces «rotos»
- Para colmo, al tener coche de empresa y no ser tomador de seguro propio, en algunas compañías me querían cobrar 600€ por un seguro a terceros (de un coche del 2000, recordad). Y eso que estoy incluido como conductor en la póliza de mi mujer, conduzco todos los días y meto muchas más horas en carretera debido a mi trabajo. etc. etc. Indignante.
Así que, como digo, cogí el teléfono, llamé a mi compañía «de toda la vida» y lo traté con ellos. Finalmente he pagado 200€ de seguro a terceros… Algo que considero justo.
ME LO LLEVO
Y así, con el seguro contratado, el provisional de gestoría en la guantera y gasolina en el depósito. Me llevé el coche para celebrar mi cumpleaños y enseñárselo a amigos y familia.
Sufrí de los nervios de esa primera toma de contacto, como muchos clientes a los que entrego sus vehículos: Miedo al salir a la autopista con mi «tartana» (mi hijo la ha bautizado así -CARS 2 tiene la culpa-) y ver cómo se comportaría en carretera. Ignorancia al no conocer los mandos e ir tocando todo intuitivamente. (…) A pesar de todo, fue de lo más divertido ese primer trayecto con el CIVIC y no veo el momento de volver a llevármelo por ahí de paseo nuevamente.
Lo he mandado revisar, cambiar el aceite y mañana, si hace buen día, me lo traeré a casa grabando un video que espero compartir con todos vosotros.
REFLEXIONES FINALES
Personalmente, no me explico por qué estoy contento TAN ENTUSIASMADO con esta compra. Puede que se deba, quizás, a lo que explica Sergio Alvarez (@sergioalvarez88) en este artículo de DiarioMotor.
Mi coche es mi “lugar feliz”. Es donde escapo de ese mundo hiperconectado. Es un lugar que me permite aislarme del “mundanal ruido”, es una máquina analógica y ruidosa, incapaz de hacer llamadas por teléfono o publicar mensajes en una red social. No se comunica con otros coches, ni con la infraestructura, ni con internet. Se abre con una llave, y su motor de combustión interna se enciende cuando giro dicha llave. No cambia de marcha, gira o frena si yo no se lo ordeno antes. Tampoco enciende las luces o activa los limpiaparabrisas por sí mismo. Somos yo, el coche y la carretera. No hace falta nada más.
Ver todo el artículo: «No quiero un coche conectado, quiero sentirme conectado al coche»
Por otro lado, el haber realizado esta compra, creo que me va a venir bien para el trabajo. Durante muchos años, he recibido formación como vendedor de automoción: cursos presenciales de técnicas de venta, cursos de producto, cursos de productos financieros, márketing, protocolos de venta, estándares de calidad y un larguísimo etc. Todo enfocado a ofrecer y vender mejor el producto. Pero creo que, comprar este coche, me va a permitir empatizar mucho más con mis clientes y comprender mejor sus inquietudes y sentimientos cuando entran buscando SU COCHE. Me va a ayudar en la tarea de tratar de que, mis clientes, se sientan igual de entusiasmados que yo con mi compra. Que creo; es de lo que se trata mi trabajo, hoy en día.
Ya os iré contando la experiencia con el Civic. Si tú también tienes una «tartana» a la que te une algo «especial», déjame tu historia como comentario y hablamos…
Un saludo y gracias por tu lectura