¿Vacaciones o CAOS?

vacaciones-niños
Parece tranquilo, pero luego desata el CAOS…

Escribo esta entrada habiendo dejado a mi pareja con mi hija en casa de mi suegra, y tengo a mi otro hijo entretenido en su habitación con sus juguetes. He tratado de que se echara la siesta (son ahora mismo las 17:35) pero es IMPOSIBLE. En cualquier momento vendrá a reclamar mi atención, y menos mal que tengo apagada la TV…

Seguramente, para muchos de vosotros el verano -y las vacaciones-, supongan largas jornadas de relax y esparcimiento, solos o con vuestros hijos… Para algunos otros, el día que termina el colegio, es cuando comienza el CAOS, veamos por qué…

VACACIONES = FIN DE LA RUTINA

Los niños necesitan de rutinas. Es lo que les da seguridad y hacen que el día a día se desarrolle de forma «normal» para ellos. En época «lectiva», la rutina viene marcada por el horario del colegio:

  1. Levantarse a la misma hora, desayunar y prepararse.
  2. Llevarles al colegio donde juegan, comen y duermen la siesta.
  3. Recogerles y darles la merienda.
  4. Jugar hasta la hora de ir a casa a lavarse y cenar.
  5. Acostarse a dormir y vuelta al punto 1

Hablo de mi hijo de 3 años y supongo que para los más mayores, será prácticamente lo mismo, sustituyendo siestas y juegos por deberes, extraescolares o dejarles a su aire.

¿Me equivoco?

VERANO = DESASTRE

La rutina deja de existir. En vacaciones, en algún momento de la cadena 1-5, uno de los eslabones comienza a fallar y todo empieza a irse al garete:

  1. Dejamos que el niño se levante a la hora que quiere.
  2. No tenemos colegio donde dejarle y pasamos de realizar esa labor en nuestra casa o en la calle.
  3. No respetamos la hora de la merienda (ni los alimentos) porque estamos en cualquier sitio y nos apañamos «al momento».
  4. Nos saltamos las cenas si el niño se duerme en el coche después de una jornada veraniega en la playa
  5. ETC ETC

DOS OPCIONES

Ante esta situación existen dos alternativas:

A) Empezamos a planificarnos y establecemos unas rutinas para que el sistema siga funcionando.

B) Asumimos que el CAOS es propio de las vacaciones y ACEPTAMOS la situación, que nuestro hijo NOSOTROS hemos creado, sin crisparnos los nervios.

En el primer caso, crear rutinas en vacaciones no significa que sigamos una disciplina militar y que hagamos lo mismo que en el colegio. Simplemente, y es una sugerencia, se trata de levantarse todos los días a la misma hora y realizar el desayuno juntos; planear actividades para realizar durante el día antes de comer y de cenar y llevarlas a cabo. Se trata de mantener unas acciones que al niño le reporten tranquilidad, como leerle un cuento SIEMPRE antes de ir a dormir.

En el segundo caso, EN EL QUE ME ENCUENTRO INMERSO, hay que llevar a cabo un profundo trabajo de autocontrol y asumir LA CULPA RESPONSABILIDAD, por la situación creada al no haber atajado de inicio el CAOS desatado.

«Los niños son niños, y es trabajo de los adultos controlar nuestros enfados y sobre todo, FRUSTRACIONES.»

Hablaremos de esto último más adelante.

CONSEJO

«Disfrutad de vuestros hijos a cada momento.»

Aunque estén haciendo trastadas. Crecen rapidísimo y es mejor empatizar y tratar de ponerse en su lugar (que todos hemos sido niños), parándose un poco a pensar en ello antes de enfurecernos y entrar en una dinámica autodestructiva que nada soluciona.

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Un saludo a tod@s
JFI

NOTA CURIOSA: Mi hijo se acaba de dormir hace 10 minutos (18:20), cuando ya tenía idea de preparar la merienda y salir a dar una vuelta por BILBAO tras terminar el artículo… sigh. 

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