Estaréis de acuerdo conmigo que no hay nada tan molesto como el llanto continuo de un bebé. Sin embargo, creo que tenemos que pararnos y entender por qué nos sentimos tan incordiados cuando no conseguimos que nuestro bebé se calme. Además, podemos aprovechar estas situaciones de “llorera” para sacar ventaja en el futuro. Veamos cómo.
PLACER Y DISPLACER
Los bebés, cuando nacen, solo sienten dos cosas: O están a gusto, o a disgusto. Y cuando salen a este mundo, tened por seguro que TODO, absolutamente TODO les es molesto. El aire en sus pulmones, la comida recorriendo su aparato digestivo, los mocos de su nariz, la postura, el ruido… Pensad en lo “bien” que estaba en el vientre materno: Sin respirar, sin tener que comer, acomodado, calentito… y el trauma que supone para ellos salir de ese entorno para venir al nuestro.
Para expresar su DISGUSTO, lo único que puede hacer un bebé es LLORAR. Y lo van a hacer hasta que no descubramos el motivo de su incomodidad y resolvamos su situación. (…) Principalmente –y me estoy centrando en los bebés, ya hablaremos de los mayores más adelante-, lloran por tres motivos:
Hambre, Caca, Frio/calor
Contra el frío/calor y la caca, los padres podemos actuar, pero contra el hambre… Hay amigo, nosotros nacimos sin tetas y por tanto sin el recurso para calmar a la criatura cuando le dan ganas de comer. Normalmente la madre suele estar cerca, pero cuando no es así, cuando nos encontramos sujetando a una cosita de 4kg que mete más ruido que una alarma nuclear y su madre está ausente por el motivo X. ¿Qué hacemos?
- Paciencia y tener siempre presente que la llorera es natural y no lo está haciendo para fastidiar nuestra existencia. Muy importante empatizar con el bebé y no enfadarnos. Mantener la calma, desde mi punto de vista, será algo vital para vuestra futura relación y le mostrará que eres una persona segura de ti misma y que sabe lo que hace.
- Si no se puede resolver la situación, bien porque la madre no va a estar presente en los próximos minutos o porque no tenemos forma de hacer un biberón: Recordar que vuestro hij@ se acabará por cansar y se dormirá (es su forma de “olvidarse” del tema) tarde o temprano.
- Un truco que utilizo yo es buscar una canción/sonido que les calme y tarareársela. Este punto también es importante ya que, dando con la tecla adecuada –esto es, encontrando una canción que le guste y sea efectiva-, el día de mañana podrás usar esa misma melodía para tranquilizarlo y acunarlo cuando se vaya haciendo más mayor.
A mí me funcionó hasta los casi 3 años con la Banda sonora de los Cañores de Navarone y con la pequeña estoy usando una lista de Spotify -sonidos de naturaleza- que obran la magia de relajarla cuando necesito que se calme. Lo interesante es conseguir un tono que se pueda tararear o imitar por uno mismo mientras sostienes al bebé en brazos.
- No l@ abandones. Aunque te desesperes, es mejor estar ahí, demostrando tu apoyo a tu bebé; a dejarlo sólo en la cuna con su berrinche. Esto, lo único que hará es que se sienta desprotegido y lo más seguro es que eleve el tono de su llanto para reclamar más atención y que le solucionen –recuerda-, su problema.
NO HAY QUE OLVIDAR
Para mi, lo más importante es mantenerse sereno y feliz de cara a vuestro bebé en todo momento. Sé que muchas veces estaremos FRUSTRADOS porque esa llorera interrumpirá vuestros quehaceres; trabajos, momentos de ocio, conducción etc. Pero si conseguís “aguantaros” y enfocaros en hacer lo correcto mostrando naturalidad para con vuestro hijo, estaréis trabajando una relación sana y segura que a futuro, repercutirá en respeto y autoridad (no confundir con AUTORITARISMO)
El llanto “inocente” de un bebé, se transformará en un arma arrojadiza a medida que va creciendo. Si el pequeño observa que os enerva y saca de quicio, tened por seguro que hará uso de esta táctica cuando quiera fastidiaros por algo que no consigue. Conviene por tanto mostrarse paciente en todo momento para que aprenda que:
«Llorando, no se consiguen las cosas»
RECURSOS
Un saludo a tod@s
JFI