DESIDIA

No hay peor enemigo que uno mismo. Este mes hemos tenido poquísima gente que atender en exposición y esta situación ha provocado que nos volvamos algo perezosos. A veces nos merecemos un descanso, pero MUCHO OJO, porque la desidia es un mal que se auto-alimenta y puede acabar por devorarnos sin darnos cuenta…

DESIDIA

1. Gral. Falta de ganas, de interés o de cuidado al hacer una cosa. El motivo de este post surgió cuando escuché este comentario de un compañero: – Hoy estoy perezoso y ojo que eso me vuelve más perezoso.

Como vendedor que soy, reconozco que hay días que siento que me merezco un «descanso» y desearía no tener que hacer nada y DESCONECTAR. Descansar es una parte fundamental en mi trabajo para mantener la mente a punto para afrontar el día a día. Sin embargo, no hay que confundir el DESCANSAR con dejarse llevar por la DESIDIA.

Cuando la situación provoca que nos «mal-acostumbremos» a no atender a los clientes durante unos días, ocurre que luego, cuando aparecen, los atendamos MAL: Sin ganas, sin interés y de manera descuidada (tal como indica la acepción que recojo al inicio). Esa manera de atender, SEGURAMENTE, provoque una falta de resultados que va a redundar en MENOS GANAS, MENOS INTERÉS Y MENOS CUIDADO.


Esa ACTITUD NEGATIVA, provoca resultados negativos. Estoy seguro que más de una vez has comprobado por tí mismo lo que asevero y te has dado cuenta que ESE NO ES EL CAMINO CORRECTO.


CÓMO CONTRARRESTAR LA DESIDIA

Supongo que cada uno tendrá la manera de mantener el «tono» y la actividad positiva en el trabajo. Yo, cuando veo que el «aburrimiento» hace mella en mi trabajo intento hacer alguna de estas cosas que te propongo:

  • CURSOS DE FORMACIÓN. Tanto en la plataforma de OPEL como en la de PEUGEOT a la que tengo acceso, hay un montón de cursos de formación. Nunca está de más realizar alguno de estos cursos (Aunque no sean obligatorios) y aprender algo nuevo relacionado con mi trabajo o marca para la que trabajo.
  • REVISAR QUÉ HACE LA COMPETENCIA. Nos centramos tanto en nuestro producto y/o servicio, que en el día a día no tenemos tiempo de mirar qué hace la competencia. Cuando siento que tengo todo al día, miro cómo están los demás para controlar que no estemos desposicionados y/o adquirir alguna idea que poder implementar en el trabajo.
  • MEJORAR LO QUE YA TENEMOS. Soy una persona que intenta optimizar lo que hace. Cuando tengo tiempo (y para no aburrirme), intento rediseñar los archivos que uso en mi trabajo para que resulten más eficientes y aporten más información, tanto a la empresa (que siempre nos están pidiendo informes) como a los clientes… La hoja de cálculo que uso para los cálculos de financiación y descuentos me resulta especialmente útil.
  • AYUDAR A UN COMPAÑERO. Si yo no tengo nada que hacer, qué mejor que echar una mano a los demás. Mejor remar juntos que ver desde el barco cómo se ahoga el compañero.
  • ATENDER A LOS CLIENTES CON ILUSIÓN. Hay que atender a los clientes BIEN. Y mi revulsivo para no atenderles de manera desganada y borde, es poner una sonrisa y preguntarles «¿En qué te puedo ayudar?». Hay días que los que visitan la exposición me mandan al carajo en cuanto me arrimo, pero no hay que dejarse llevar por la desidia y entender que cada cliente es un mundo y hay que afrontarlos como si fueran los primeros del día. ¿Cómo crees que es más probable que vendas algo, siendo AMABLE o un BORDE? *** (…) Pues eso…

En una concesión hay mil cosas que hacer antes que dejar sitio al aburrimiento (que conduce a la desidia). Dejarnos llevar por ella nos puede conducir a cometer errores catastróficos que repercutan negativamente en la cuenta de resultados. EVITA ESO Y ATENTO A LO QUE TE DIGO:

Empezamos tomándonos un descanso y poco a poco la pereza nos abruma.. Atendemos peor -desganados y astiados- y si encima no hay resultados a corto plazo, preferimos no hacer nada. Cuando lo que hay que tender es que: SI NO HACES NADA ES QUE NO VAS A OBTENER RESULTADOS.

GRACIAS POR LEER EL POST. Espero que te sirva para no aburrirte, afrontes tu labor con una sonrisa y busques tus armas para combatir esa DESIDIA que a veces nos invade.

*** NOTA: He conocido vendedores «bordes» que vendían un montón de coches. Pero esto se debía más al producto que tenían entre manos que a sus dotes como vendedor. Estoy seguro que si hubieran sido más amables, además de vender el vehículo en cuestión, habrían causado un mejor impacto en el cliente.

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