La nintendo 8 bits no fue la máquina rompedora que yo me esperaba. En plena adolescencia y habituado a pasar las tardes con los amigos en los salones recreativos; la consola no estaba a la altura de las máquinas de principio de los 90. Pero tenía su encanto y poder jugar gratis en casa era lo mejor que tenía. Eso, y no tener que cargar los juegos como el ZX Spectrum, que defenestramos enseguida.
No sé exactamente el año que la Nintendo 8 bits llegó a casa, pero sería a lo largo de 1.990, cuando salió el Mario Bros 3. Imborrable el recuerdo de recibir los reyes magos de aquél año; con la consola y el JUEGAZO que lo acompañaba.
Tenía claro que la consola iba a caer, pero no tanto así la tercera entrega del bigotudo fontanero. Todo un detalle de sus majestades.
JFIBarreche
Todo un vicio aquellas primeras partidas al Mario, y una maravilla poder grabar para no perder lo avanzado.
MIS RECUERDOS NINTENDEROS
CONSOLA COMPARTIDA. Creo que los que más disfrutaron esta consola, fueron mis hermanos pequeños. No recuerdo muchos juegos memorables, aunque he de reconocer, que los que me vienen a la mente, fueron realmente divertidos y metí muchas horas a los mismos. Recuerdo tener las yemas de los dedos quemadas y con ampollas de meterle caña según a qué videojuego. Sobre todo a esos de lucha libre en los que ganaba el que apretaba más rápido el botón. Vaya piques con mis hermanos.
LAS CAJAS DE LOS JUEGOS. Lejos de la excelencia artística que ofrecían las portadas de los juegos del ZX Spectrum (de la que hablaré otro día en el BLOG), las carátulas de los juegos de NINTENDO eran bastante porquería. Veréis algunas más abajo. Eso no quita, para que recuerde perfectamente las mismas, la sensación que producía sacar los cartuchos de ella, introducirlos en la consola y ponernos a jugar. Qué delicia no tener que esperar a cargar nada…
LOS INTERCAMBIOS. Los juegos no se podían piratear (que supiéramos), así que la única forma que teníamos de catar el resto de catálogo de nintendo, además de esperar a los cumpleaños para pedir un juego, era intercambiarlos con amigos. Gracias a mis hermanos, tuvimos una red de coleguillas con los prestarnos los juegos y más de un cabreo me llevé, cuando dejaron por ahí alguna «joya» que luego no venía de vuelta, o llegaba con la caja destrozada.
Nos deshicimos de la consola en su día. No he comprado la versión Classic porque dudo que hoy día tuviera la paciencia para avanzar en aquellos juegos y prefiero quedarme con el «poso» que me dejaron. Te explico ahora lo más destacados
JFIbarreche
MIS PREFERIDOS DE NINTENDO 8 BITS
- MARIO BROS 3. Indudablemente, el juego del estreno siempre estará entre mis TOPS de todas las consolas. Además de que el juego, era una pasada.
- MARIO BROS. Recuerdo que había recreativas a las que podías jugar a mario Bros, pero que éstas iban con temporizador. Una estafa. En casa mucho mejor. Era igual que el de la tragaperras, pero «gratis» (que sí, que el juego costaba dinero, pero menos…)
- NINTENDO WORLD CUP. En los años de «Oliver y Benji», poder emularlos con los cabezones de nintendo era la caña. A día de hoy todavía recuerdo su machacona melodía. Muchas risas y un juego muy recomendable.
- KUNG FU MASTER. Mítica recreativa, la versión spectrum que jugué era una mierdaca al lado de la versión nintendo. Todo un vicio y un quema-pulgares cuando tenías que dar vueltas al mando para soltarte de la presa de los enemigos.
- WRESTLEMANIA CHALLENGE. El poli loco, Hulk Hogan, El último guerrero. ¿Te suenan estos nombres? Pues en plenos años locos de WWF, podías elegir a un buen elenco de «personajes» en este juego. La vista isométrica no era impedimento para los piques con mis hermanos. Otro Quema-dedos.
- BUBBLE-BOBBLE. Muy lejos de los gráficos y melodías de la máquina arcade, este juego era de esos de «no dejar a nadie bajo ningún concepto». Siempre apetecía echar una partida a dobles y vacilar cuando cogías la «zapatilla» y gorroneabas todos los puntos. ¿verdad?
- PUNCH OUT. Simple, directo. ¿Cómo podia ser si no, teniendo únicamente dos botones? Pues aún así, de los juegos más divertidos y adictivos que he jugado nunca. Tumbar a esos «mastodontes» a base de directos era la satisfacción máxima.
- TRACK&FIELD. Esta versión de NINTENDO, no pudo jamás equipararse a la experiencia arcade (por aquello de dejar tu nombre en lo más alto en la lista de records), pero era una gozada poder echar unas carreras una y otra vez, sin acabar en la ruina. Otro quema-dedos.
- The legend of ZELDA y ZELDA II: Adventure of Link. Aunque sé que tuvimos los dos, sólo recuerdo jugar al primero. Creo que ya con el segundo, mi hermano mediano se apropió de la consola y yo empecé a pasar bastante de ella. Dos clásicos con los que me despedí de nintendo, hasta la llegada del «cerebro de la bestia».
Antes de pasar a la siguiente consola, la supernintendo, te voy a dejar un par de vídeos para que veas la «potencia» de esta nintendo 8 bits, y cómo castigamos vista y oídos frente a nuestros televisores de tubo. Es difícil, si no has tenido una tele de ésas, que aprecies los gráficos y la jugabilidad con la que disfrutamos los de esa generación. Por mucho que la «emules», si no has agarrado el mando con más esquinas que recuerdo, no es lo mismo. Ni de lejos.
VIDEO: «Los 20 mejores juegos de Nintendo»
Como indico, la Nintendo 8 bits no fue mi consola preferida. Quizás por lo infantil de sus juegos -yo en plena adolescencia- o por tener que compartirla con mis hermanos, no tuve mucho «aprecio» por ella. Sin embargo, he de reconocer que lo que viene a continuación supuso el SUMMUM en el mundo de los videojuegos. Nunca jamás he vuelto a sentir lo mismo que con el «CEREBRO DE LA BESTIA». Lo puedes ver en el siguiente enlace. Mi historia con la SUPERNINTENDO (PDTE LINK)
Gracias por leerme y llegar hasta aquí. Un saludo, buenos vicios y recuerda; sé feliz
- Los links a los juegos son enlaces al canal de youtube, «world of longplays» (pulsa para ir a youtube). Os recomiendo suscribiros al mismo.
- El video anterior es de la revista, Hobby-Consolas. Compra «obligada» en la época para estar al día y tener mapas y guías con los que terminar esos juegos que se resistían.